¿Hay algo que aún no sepamos sobre aquel martes 11 de septiembre de 1973, cuando los militares se tomaron el poder? ¿Existen historias que no conocemos en torno a las dramáticas circunstancias que culminaron con la muerte del Presidente Salvador Allende?
Pocas informaciones hubo en Chile sobre lo que fue nuestro “11”. En cambio los medios de comunicación fueron pródigos en recordar ese otro “11”, con el ataque a las Torres Gemelas que desembocó en la invasión norteamericana de Afganistán, para expulsar a los talibanes que hoy están de regreso.
Pero al cumplirse 48 años de ese día en Chile, 25 periodistas lanzan en una tercera edición el libro “Mi 11 de Septiembre”, que escribieron en conjunto para contar lo que vivieron en aquellas horas. Son las historias de quienes entonces eran jóvenes profesionales, que vieron desde distintos ángulos cómo se derrumbaba una de las democracias más sólidas del mundo occidental.
Entre las páginas de este libro aparece el testimonio de Leonardo Cáceres, director de Radio Magallanes, que sacó al aire las últimas palabras del Presidente desde el Palacio de La Moneda, poco antes del bombardeo aéreo que lanzaron los aviones Hawker Hunter. “Colocado en un tránsito histórico -dijo Allende-, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente”.
Verónica Ahumada ejercía sus primeras armas como periodista y se hallaba en el interior del palacio presidencial cuando comenzó el asedio. Recuerda ahora que “el Presidente Allende se despidió de sus hijas, Isabel y Tati. A todas nos besó con gran cariño. A mí me dijo: “Tienes un papel muy importante, asignado ya en la historia de este país. Y tienes la obligación de salvarte”. Entendí que tenía la misión de contar lo sucedido”.
– Ustedes son jóvenes. Ahora deben ponerse a salvo, no sacrificarse ni dejarse avasallar. Ustedes deben contar al mundo lo que está sucediendo aquí –le respondió el Presidente a Miguel Ángel San Martín, director en ese tiempo del departamento de prensa de Radio Corporación. El joven Miguel Ángel le había ofrecido a Allende ir con sus colegas y técnicos de la radio a defender La Moneda, situada a una cuadra de distancia.
Jorge Andrés Richards, que dirigía el equipo periodístico de Radio Candelaria, relata que su emisora se mantuvo en el aire “mientras escuchábamos cómo acallaban a Radio Portales, a Radio Corporación y a Radio Magallanes. Radio Nacional había sido intervenida la noche anterior. En consecuencia, fuimos los últimos en transmitir aquel aciago día 11 de septiembre”, hasta que también fueron silenciados por los militares.
Son relatos en los que se funden la anécdota y los hechos históricos, en las plumas de Enrique Martini -editor del desaparecido vespertino “Última Hora”-, Gladys Díaz -entonces jefa de prensa de Radio Nacional-, Federico Gana, Jorge Piña, Angélica Beas, Lidia Baltra y otros muchachos de aquel tiempo incluido Sergio Campos, actual voz de Radio Cooperativa, Premio Nacional de Periodismo y profesor universitario.
En el prólogo de esta tercera edición, publicada por la editorial Lom, la ex Presidenta Michelle Bachelet, afirma que “Mi 11 de Septiembre” es un testimonio que “conmueve, porque más allá de cualquier consideración partidista o ideológica, encontramos aquí la vivencia humana de chilenos y chilenas, muchos de ellos muy jóvenes, que nos cuentan qué hicieron ese día, sin dramatizar, sin adjetivar siquiera”.
“Por eso nos importa recordar la intimidad de cada relato; lo aparentemente anecdótico que, con el tiempo, se iría haciendo trascendental”, agrega la ex mandataria, hija del general Alberto Bachelet que participó en el Gobierno de Salvador Allende y murió después de ser torturado por sus propios camaradas de armas.
Maya Fernández, nieta de Allende y ex Presidenta de la Cámara de Diputado, asistió al lanzamiento de esta edición a los 25 coautores que ahora transitan por la tercera edad. “Leer sus páginas es conversar con ellos… Yo conversé con cada uno de ellos”, dijo, sin ocultar su emoción.
Fernando Reyes Matta, que en ese tiempo era asesor de prensa del canciller Clodomiro Almeyda, evoca la noche del lunes 10 de septiembre, cuando venía de regreso a Chile desde Argel, donde se celebró una conferencia de los 75 países no alineados. Antes de llegar a Santiago, el ministro y los funcionarios que integraban su comitiva ya tenían informaciones sobre la posibilidad de un golpe de Estado.
El canciller Almeyda –uno de los máximos líderes del Partido Socialista- no ocultó su inquietud mientras el avión se acercaba a territorio chileno y le dijo a su asesor periodístico:
“Las cosas están muy malas con las Fuerzas Armadas. Ya en el único que se puede contar es en Pinochet”.
Ni él ni Allende sabían que Pinochet aparecería horas más tarde, para encabezar el golpe y la más cruenta y prolongada dictadura que ha tenido Chile.
Por Enrique Fernández