TERESA HAMEL, UNA LEALTAD A TODA PRUEBA
En este mes de abril vamos a celebrar un nuevo Cumpleaños de Teresa Hamel. Se me pide que escriba sobre mi cercanía o amistad con Teruca. Así la llamábamos familiarmente. Una misión muy grata. Son muchos los escenarios e instantes que compartimos desde el ya lejano año 1967, que ingresé como socia de la SECH – Sociedad de Escritores y Escritoras de Chile. Empezó para mí un mundo nuevo. Había publicado recientemente mi primer libro “Galería Clausurada”. Destaco estos hechos, porque todo lo que contaré relacionado con Teresa Hamel se desarrollará, siempre en dos planos paralelos, en distintas fechas. Empezaba para mí un período de deslumbramiento al encontrarme en nuestra querida SECH con escritores notables. Espacio destacado en ella, la presencia de Ester Matte y Teresa Hamel. A pesar de que yo llegaba con cierto prestigio, por la Revista PORTAL y la Galería Bolt, me sentía insegura ante las personalidades, un tanto avasalladoras de Matte y Hamel que se destacaban en medio de ese entorno de mucha efervescencia. El año 1967, ocurre la muerte de Magritte. Plena pureza del Surrealismo. En Chile, pleno auge de la Unidad Popular, que llevaría, luego a la Presidencia de Chile, al Doctor Salvador Allende. Por coincidir con ideales comunes, creo que rápidamente, perdí la timidez y participo con ellas en ese mundo cultural, literario que existía y lo sentíamos en todas partes. Es el auge de escritores como Kerouac y Ginsberg, cuyos ecos nos llegan como estampidos. En admiración e imitación muy teóricos, de nuestra parte, coincidimos con Nicanor Parra. Surgen los hippies. Gentes de distintas latitudes rechazan la violencia, practican el amor libre y hablan el lenguaje de las flores. Son los adelantados de “una revolución pacífica”: Hoy y ahora es la oportunidad de retrotraer fechas y efemérides de valor universal en las que estábamos sumidas sin saberlo y que ahora me hacen entender nuestros profundos cambios epistemológicos. Cientos de miles de estudiantes norteamericanos se manifiestan al grito de “Paz y amor, haz el amor, no la guerra” Paralelamente son 40.000 los soldados norteamericanos que combaten en Vietnam. Nosotras, convertidas en Chile en verdaderas cruzadas de la paz. Aún conservo unas chapitas con estas consignas en contra de la guerra en Vietnam.
Yo me identifico con Teresa Hamel, porque era la época de los amplios y multitudinarios mitin en los que participábamos con desbordante alegría, tal vez con la inconsciencia de no prever lo que vendría poco tiempo después. Las calles de Santiago eran nuestras. Con banderas y cantos apoyábamos la candidatura de Allende. Sin peligros del o los guanacos. Ni balas, ni detenciones arbitrarias. El mundo seguía girando. Suceden hechos que sorprenden nuestra tranquilidad y consciencia. Muere Marcel Duchamp. Sucede el asesinato del Che, en Bolivia, el año 1967. Al año siguiente asesinan a Robert Kennedy. Antes, en 1963, a su hermano John. En octubre de 1968 ocurre la Matanza de Tlatelolco, en México, que estremeció al mundo. En 1969, el hombre pone el pie en la luna. Grandes acontecimientos en y del mundo. Hasta que llega nuestro gran, esperado, participado, querido acontecimiento. El más grande de todos, el 4 de septiembre de 1970. El triunfo de Allende como Presidente de la República de Chile.
El 10 de diciembre de 1971, compartimos junto a Chile entero el Premio Nobel para Neruda. Lo celebramos como si esa felicidad se iba a mantener en nosotras como un estado de gracia que soñábamos permanente. Septiembre de 1973, desbaratados nuestros sueños con el Golpe Militar y las consecuencias aberrantes de la Dictadura. La muerte llega a diario. Cada una logra vivir a medias, en peligro permanente. El dolor, aún lejanas, nos vuelve a juntar en nuestro duelo, por el “asesinato”, de nuestro querido, amado, amigo poeta, Pablo Neruda. Hoy, entrego mi admiración por tu sensibilidad social, por tu lealtad. Era un peligro enorme solidarizar con Neruda en su muerte y funerales y tú frágil, con una lealtad gigantesca, allí estuviste en medio del peligro. Es conmovedoramente histórica la fotografía junto al ataúd con el Poeta, en los subterráneos de la Clínica Santa María, tú, Ester Matte y Francisco Coloane, acompañando a Matilde Urrutia. El mundo estaba cercado. Mi corazón en trizas por la muerte del Poeta, por nuestra casa allanada, pisoteados, nuestros tesoros por las botas militares, incluidas las primeras ediciones del querido Poeta, por la detención y prisión de mi Eduardito adorado. Nuestras faltas, ser amigos de Neruda.
Durante el largo período de la Dictadura cada una vivió y sobrevivió como pudo.
SEGUNDO CAPÍTULO DE ESTOS RECUERDOS Y TESTIMONIOS.
Querida Teruca, no estás en este mundo terrenal desde 2005. La SECH, se beneficia con tus generosas donaciones convertidas en el Concurso Literario Teresa Hamel.
En la edición de Portal de abril de 2009, doy cuenta de los resultados del Concurso Nacional de Cuentos 2008, Teresa Hamel. En la contratapa publico un retrato en el cual se aprecia, otro de tus dones, tu excepcional belleza física y una reseña de vida y obra con la siguiente nota: “Portal se enriquece con la presencia de Teresa Hamel”. Colaboradora y amiga de nuestra revista que la acoge en nuestra serie “Justicia de la Memoria”. Serie de reconocimiento y gratitud para artistas que Chile no debe jamás olvidar. También en este número de Portal publico “Cuentos para Teresa Hamel”, historias que escribí especialmente para ti y fuera del Concurso Teresa Hamel, junto a fotos y otras notas.
De vuelta a nuestra seudo Democracia nos sentimos disconformes, por el poco reconocimiento y la necesidad de sentir presentes a nuestras valiosas escritoras que han sido generosas con nuestra institución. Presido SECH Mujer. Siento la absoluta, necesaria, imprescindible necesidad de reconocer tu creación literaria, tu calidad y generosidad humana, tu lealtad a los principios que creías justos, para ello, realizamos una gran sesión de gratitud y reconocimiento para ti y Ester Matte, el jueves 2 de julio de 2015:
SIEMPRE en el CORAZÓN. Mujeres escritoras, Ester Matte Alessandri y Teresa Hamel Nieto. Extraordinarios seres humanos que fueron un ejemplo de solidaridad cuando el país se desangraba.
El jueves 2 de julio de 2015 SECH MUJER de la Sociedad de Escritores y Escritoras de Chile se vistió de fiesta para homenajear a Ester Matte Alessandri y Teresa Hamel Nieto, dos extraordinarias escritoras que amaron con devoción a nuestra organización.
Las dos, como yo, fuimos amigas muy cercanas y queridas por nuestro Pablo Neruda. A él también lo celebramos en ese mes de julio, su mes aniversario.
Asistieron a esa sesión pública el Directorio de SECH con su Presidente Víctor Sáez. Fue una reunión interesante y muy especial. Se refirieron a Ester Matte Alessandri, su hija Rosita y a Teresa Hamel su hijo Andrés. Asistieron familiares y amigos. Todo el contexto es de enorme valor por la trayectoria y trascendencia de ambas. Éstas fueron las poderosas razones que sustentaron SECH mujer para rendir el más cálido homenaje de reconocimiento y gratitud a su solidaridad.
Mi compromiso, fue mayor para la difusión de obra y legado de Teresa. Es grato, entonces, compartir ahora, otra invitación de Léucade Gaceta que dirige el poeta David Hevia:
Estimados lectores:
Este sábado 31 de octubre de 2015, a las 21 hrs., Radio Nuevomundo, pondrá al aire nuestro programa Barco de Papel, con un capítulo dedicado a la narradora chilena Teresa Hamel. Para conversar sobre la autora de El Contramaestre y Dadme el Derecho de Existir, conversaremos con la escritora Marina Latorre.
Sintonicemos la literatura desde todas las esquinas del arte.
Dije al principio de estos testimonios de mi amistad con Teresa Hamel que todo lo que iba a contar se desarrolla en dos planos paralelos. En la primera etapa desde 1967, marcada por despreocupación y vida feliz, termina con los horrores de la más cruel de las dictaduras. La segunda etapa desde tu partida, 2005, en tu recuerdo y homenaje, ceremonias y textos escritos para ti. Nuestra etapa amable. En cambio, amiga querida, en buena hora no puedes ver el desastre social, político y económico en el que estamos sumidos, largo de enumerar: cuando creímos que la Dictadura ya había terminado, nos encontramos en medio de balas, mutilaciones, pandemia.