SEPTIEMBRE, UN ESPACIO DE MEMORIA
Por Isabel Gómez
La Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile en sus bases fundacionales ha contemplado los derechos humanos, la justicia, libertad y el apego a la verdad como elementos relevantes dentro de sus principios institucionales. Esto ha orientado su trabajo desde siempre y han sido ejes prioritarios al momento de construir una voz propia en su rica historia organizacional.
La memoria colectiva es un pensamiento que se gesta a partir de ser fuente constitutiva de su identidad. Schopenhauer señalaba que solo a través de la historia un pueblo llega enteramente a la conciencia de sí mismo. Tomando esta premisa para nosotras y nosotros es muy significativo sostener en el tiempo el legado de nuestras escritoras y escritores que nos precedieron.
La literatura y las artes en general desarrollan formas de memoria que le son propias. Las y los escritores son trabajadores de la memoria, su labor a través de la historia es dejar testimonio de los sucesos, constatando que el tiempo, los hechos y las situaciones forman parte de un campo conceptual que requiere ser comunicado más allá de la historia oficial. Esto significa que su gran papel de difusora de los hechos otorgar voz a aquellos que permanecen invisibilizados, silentes, ocultos bajo un sistema que no logra darle protagonismo y que a la vez no consigue subvertir la historiografía oficial; desde ese espacio la literatura en cuanto memoria juega un rol de muchísima relevancia.
La noción de memoria no se circunscribe al pasado, abre canales de comunicación hacia el presente y el futuro. Aporta en la construcción de conciencia social. El escritor colombiano Germán Espinosa, en su ensayo La historia (y nuestra historia) y la literatura: Señaló que: “El tiempo pasado contiene nuestras semillas, nuestras raíces, el esplendor de nuestros troncos, lo más vital que poseemos para vivirnos en el presente. En él está lo que realmente somos, brotado de lo que fuimos. En él está nuestra cara, en él nació la materia de los ojos con que miramos en el espejo nuestra cara”.
A partir de esta cita podemos reposicionar el rol que históricamente hemos asumido en la sociedad, al ser incidentes en la construcción de una identidad de pueblo consciente de su historia, de la vida en comunidad, desde ese espacio vital La Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile seguirá por la senda trazada por nuestros fundadores fortaleciendo las artes y puntualmente la escritura como un ejercicio que nos invita constantemente a pensar creativamente la vida.