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SECH y Poder Judicial premian a ganadores de certamen literario

En el marco de las iniciativas sobre Lenguaje Claro que lleva adelante el Poder Judicial, propiciando la eliminación progresiva de barreras en materia comunicacional en el ejercicio del derecho, el pasado día 4 de enero tuvo lugar en el Salón de Honor de la Corte Suprema la ceremonia de premiación de los ganadores del concurso literario que convocó a los magistrados del país y que tuvo como miembros del jurado a los directores de la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile (SECH) Paulina Correa y Jorge Calvo.

En la oportunidad, el entonces presidente del máximo tribunal, Juan Eduardo Fuentes Belmar, puso de relieve el hecho de que los ciudadanos sean informados a través de formas de expresión transparentes, que les permitan “tener certezas de sus derechos y obligaciones”. A su turno, la ministra Ángela Vivanco, titular de la Comisión de Lenguaje Claro del Poder Judicial, indicó que dicha instancia, “desde el año 2015, realiza un trabajo importante y permanente que ha hecho posible acercar la justicia a las personas de manera clara y comprensible”. Al referirse al Concurso de Cuento Corto “La Imaginación Hecha Palabra”, desarrollado en conjunto con la SECH y dirigido a los jueces, destacó que “las características de una cultura siempre se reflejan, de alguna manera, en sus producciones artísticas, y con la realización de estos proyectos la judicatura pudo acercarse a la ciudadanía a través del lenguaje”.

Durante el acto, el Poder Judicial subrayó que “la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile ha sido un aliado estratégico para los proyectos de Lenguaje Claro”.

Al hacer uso de la palabra, la secretaria general de la SECH, Paulina Correa, manifestó que “la vocación de nuestra organización no es solamente la de reunir a escritoras y escritores en torno a nuestras obras, sino también cumplir una función social, y encontramos un gran sentido al poder abrir el trabajo de los escritores al trabajo de la judicatura, porque es un encuentro de distintos lenguajes, en que muchas veces ha habido grandes autores chilenos que han sido abogadas y abogados, pero, por otro lado, el público, cuando la ministra habla del derecho a comprender, sencillamente entiende los conceptos más alambicados a partir de la literatura. El cuento corto es, sin duda, un tremendo espacio de comprensión”.

En tanto, el presidente de la SECH, David Hevia, señaló: “Cuando desde la literatura y desde el ámbito de la estética nos sumergimos en la noción de armonía, es ese concepto de armonía el que tiene su correlato ciudadano en el ejercicio del derecho. Hay todo un registro que ha tratado de mostrar como una dicotomía el ejercicio del derecho y el de la literatura, y eso no es así. La historia se encarga de mostrar lo contrario, y en esa alianza estratégica entre el mundo del derecho y el de las letras hay, muy lejos de una dicotomía, una afinidad connatural, porque no solo el derecho apela a la norma; el lenguaje se enriquece como se enriquece el derecho: cuando le damos vida, cuando insuflamos valor a los principios que están detrás de ambas disciplinas”.

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