SECH, LA ORGANIZACIÓN MÁS REPRESENTATIVA DE LOS ESCRITORES DEL PAÍS
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, ha hecho llegar al Directorio Nacional de la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile (SECH) la comunicación oficial en virtud de la cual el Estado ratifica que nuestra entidad es la organización más representativa de los creadores de la palabra en el país.
Dicha determinación, por sí misma altamente significativa, toda vez que entraña un reconocimiento al rol público que desempeña nuestra entidad en cuanto articuladora fundamental del quehacer de mujeres y hombres de letras, implica asimismo para la SECH una tarea vinculante, establecida por la Ley 12.227, de 1993: la de integrar, con dos miembros, el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, es decir, el organismo que dispone las políticas públicas de desarrollo de ese ámbito, así como también la asignación de los recursos del fondo correspondiente.
El papel que en esa dirección cabe a la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile nos honra muy profundamente y siempre ha sido asumido por nosotros con un alto sentido de la responsabilidad y con plena conciencia de que la actuación de este colectivo humano, efectuada a través de dos consejeros, ha de tener al centro tanto la más amplia defensa de los intereses del conjunto de la comunidad literaria como la más vigorosa promoción y extensión de los derechos culturales de la ciudadanía.
Dicha vocación de servicio público seguirá inspirando en este período nuestro cometido en el Consejo, instancia ante la cual durante el último tiempo hemos presentado, por ejemplo, un sinnúmero de observaciones al proyecto de reforma a la actual Ley del Libro y la Lectura, no solo para incorporar el libro digital a la normativa nacional, sino también, y de manera sustancial, velar por los derechos de autor asociados a dicho soporte, enriquecer el catálogo de las bibliotecas públicas, ampliar la presencia de estas en el territorio, transparentar los criterios de compras públicas de libros, democratizar el acceso de la población a los textos y poner de relieve la dimensión estratégica que para el desarrollo social del país tiene la promoción de la lectoescritura creativa.
Esta definición adoptada por el Estado respecto de la función esencial que cabe a la SECH en el plano de las políticas públicas es, junto con un significativo reconocimiento a su historia, una noticia que se produce en un momento muy relevante en el quehacer de nuestra organización, que por estos días trabaja también con el gobierno en la elaboración de otros dos proyectos de ley: la primera norma sobre Trabajo Cultural Decente y la primera iniciativa sobre Financiamiento de la Cultura. Como es de público conocimiento, además, hemos obtenido en este período el compromiso del Mandatario en orden a restablecer la anualidad del Premio Nacional de Literatura, y trabajamos para convencer a la autoridad sobre la necesidad de restituir a la SECH en el jurado que dirime el galardón.
Todo ello ha sido posible a partir del sentido de unidad con que ha cumplido su labor el Directorio Nacional y, muy fundamentalmente, al compromiso y respaldo que por tantos años han brindado a este colectivo las socias y los socios, a quienes, en mi calidad de presidente nacional de la SECH, agradezco muy sinceramente. Igualmente, quiero expresar mi gratitud a todas aquellas personas que incluso sin pertenecer a la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile han colaborado con ella porque compartimos ese hermoso y desafiante afán de hacer de la cultura un bien del que participen todos los habitantes del territorio.
David Hevia
Presidente
Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile