SECH formula críticas e indicaciones a la Política de la Lectura
La Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile (SECH) participó el viernes 17 de marzo en la reunión final que antecede a la publicación de la Política de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas. El encuentro, convocado por la coordinadora, María Florencia García Oyanedel, tuvo lugar en dependencias del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
En la oportunidad, el presidente de la SECH, David Hevia, criticó la marcada tendencia a invisibilizar y/o atribuir un papel secundario a quienes, al contrario, cumplen un rol esencial: los creadores de las obras. En ese sentido, calificó de impresentable el hecho de que los escritores en cuanto tales no estén representados en el plantel que define las compras públicas de libros, al tiempo que aparezcan como meros agentes tácitos de la implementación de los objetivos de la Política de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas. Al respecto, además, manifestó que en la misma línea se ha inscrito la omisión, por parte de las autoridades, de la SECH entre los invitados a las grandes ferias internacionales del libro.
Asimismo, el presidente consideró inaceptable que la institucionalidad cultural siga diseñando orientaciones para el sector sin contar con información estadística actualizada, periódica y comparable en la cual aquellas puedan tener fundamento. Tener esos antecedentes, añadió, es una urgencia impostergable, como lo es también corregir afirmaciones y supuestos alejados de la realidad como los que se incluyen en la Política de la Lectura y el Libro aprobada en 2015, donde se señala, por ejemplo, que “la creación literaria goza de buena salud”, aludiendo, como prueba de ello, a la “creciente cantidad de publicaciones” en el país. Respecto del mismo documento, citó la conclusión en virtud de la cual “el mundo privado ha hecho un esfuerzo significativo por transformar a Chile nuevamente en una potencia editorial”. Dichas aseveraciones, destacó David Hevia, colisionan de manera flagrante con los hechos y sus correspondientes cifras, que indican que Chile solo publica en todo un año apenas 8.531 títulos, dos tercios de los cuales tienen un tiraje cuyo rango fluctúa entre 1 y 500 ejemplares.
Finalmente, el presidente de la SECH hizo énfasis en el imperativo de terminar con el IVA al libro, a la vez que subrayó la necesidad de poner en marcha un Proyecto de Ley de Bibliotecas Públicas, que, junto con promover condiciones sociales y materiales para el fomento lector, acabe con las horrorosas desigualdades que presenta esa red pública en el país; entre ellas, la gigantesca brecha en el número de títulos disponibles en el catálogo de las bibliotecas municipales -según se trate de comunas ricas o pobres-, la precaria remuneración que perciben los funcionarios de esos centros y la asimetría en los horarios de atención al público. Sobre este último punto, el dirigente de los escritores hizo particular hincapié en que, a 50 años del Golpe de Estado, sea restablecida la modalidad histórica que permitió atender al público hasta las 23:00, lo que va en aras de garantizar a trabajadoras y trabajadores el derecho ciudadano de acceso a la lectura.