Francisco Coloane. 110 años desafiando al arquetipo
Por Juan Francisco Coloane Rojas
Agradezco a Douglas Hubner que en nombre de la Sociedad de Escritores de Chile, me haya invitado a participar en la celebración del mes de Francisco Coloane, con motivo de los 110 años de su nacimiento, que se cumplen el próximo 19 de julio de este año.
Me sentí muy honrado. Pensé de inmediato en lo que pudiera haber pensado mi padre sobre esta Pandemia, que ha sido como un doble golpe: a la naturaleza del ser humano, y a la propia naturaleza, por las enormes e imprevisibles implicancias hacia ésta, pensando en la rectificación para posibilitar una nueva etapa en la supervivencia del ser humano.
Como es muy difícil, sino imposible, descifrar lo que Francisco Coloane, pudiera pensar y decir sobre lo que está sucediendo en el mundo y en Chile, me aventuro a trazar un eje a partir de la reflexión sobre la condición del hombre frente a sí mismo y su relación con la naturaleza. Es a través de estas dos vertientes insertas en su narrativa, donde nace la originalidad de su obra inclasificable, difícil de satisfacer cualquier arquetipo. Con sus personajes situados en condiciones extremas, Coloane hace emerger la esencia misma de su propia naturaleza y el aparece inmerso en su narrativa.
El ambiente físico que describe es un himno a la naturaleza con su música y poesía propia, difícil volver a repetir décadas más tarde y sobretodo hoy, con el alcance implacable del llamado progreso urbano. Dichos lugares representaron el ángulo precoz de Coloane, donde al ser humano por la extrema gravitación de su entorno, se le despierta la conciencia justa sobre la dimensión real de lo que sucede con la naturaleza. En sus libros se perciben ideas que registran la preocupación cada vez más urgente del ser humano, que es, la relación persona-medio ambiente; que Coloane la anticipó más que nadie en la literatura mundial.
El embajador francés en Chile, Gerard Cros, cuando entrega a Coloane la medalla de la Orden de las Artes y las Letras, del Gobierno Francés a los artistas que han influido con sus obras en el espíritu del pueblo francés, plantea dos ideas esenciales que transmite su literatura.
“La primera es cómo hacer para introducir la civilización dentro de la naturaleza, y la naturaleza en la civilización. La segunda ha sido capaz de domar la naturaleza pero no ha podido domar su naturaleza. Hay inquietud por la ruptura de una armonía entre ambas. Es sin duda una de las preocupaciones mayores de nuestro tiempo. No es extraño que por ello, Coloane haya sensibilizado al público en general. Mucho más que un escritor de aventuras, se trata de un escritor de la aventura humana. Un escritor sin dogma, sin recetas, sin soluciones dadas, sin pretensiones a la intelectualidad y que se hace lúcido a los lectores franceses sensibles a la transparencia y la profundidad de sus escritos”. (El Mercurio 16 de Junio 1996).
Desafiando al arquetipo.
Incuestionable la valoración de Cros, con todo, se cruza en la narrativa de Coloane el fantasma del arquetipo. Cuando apareció en Italia su obra autobiográfica, Los Pasos del Hombre(2000), Stefano Malatesta, un escritor italiano, apuntaba en La Reppublica, en medio del elogio, de que un Coloane entre libros, calles asfaltadas, edificios de altura, bares urbanos, le parecía anti natural. El escritor que quería ver, era el de estepas, ventisqueros, arrecifes, ovejas, caballos, ballenas y barcos en medio de temporales.
La literatura que resaltaba Malatesta, no era valorada en algunos cuarteles literarios. Con su muerte, Jaime Collyer señaló que “como literatura juvenil su obra no es perdurable».( El Mostrador. 14/8/2003). Y de Nicanor Parra surgía desagrado: “ Francisco Coloane. Es un personaje bastante antipático, insoportable”. Leila Guerriero. (El País.3/12/2011). En la vereda opuesta, Luis Sepúlveda, que contribuyó para el redescubrimiento de Coloane en Francia, con Alvaro Mutis, señala: “Coloane no escribía desde el punto de vista de la compasión, lo hacía desde una barricada, del lado de los jodidos, y eso fue para mí una invitación a imitarlo.” Jaime Bargamin L.(EN contrARTE).
Sucedía cuando se intentaba que sus editores en Europa le publicaran libros como, Papeles Recortados, relatos de su vida en China, 1962-1964. O, Crónicas de India, cuentos sobre su estadía en India. Los editores no los editaron porque “no era lo que esperaban sus lectores”, o sea, el escritor del ámbito austral. Sorprenderá que en la extensa biblioteca de Coloane, en medio de lo propiamente literario, se encuentre una gran variedad de textos de filósofos y científicos, como Sófocles, Homero, Hegel, Heidegger, Karel Kosik, Karen Horney, Darwin, su gran favorito, entre otros. Libros subrayados, con escrituras propias, conteniendo reflexiones, asociadas a la actualidad, o al mundo austral, y sobretodo preguntas.
Lluis Satorras critico español dice: “Coloane, se podría decir que es la cara oculta de Borges. La vida aventurera y al borde de la muerte que Borges soñó, Coloane la muestra de forma clara y rotunda, con extremado realismo de algunas situaciones y el lirismo de otras, teniendo presente la simplicidad esencial con que se transmiten las grandes gestas” (El País,1999). Nicola Botiglieri un periodista contaba: “Cuando encontré a Francisco Coloane en agosto de 1999 en Roma, en un hotel cerca del Panteón, tenía 89 años, y de súbito surge la impresión de estar viendo un personaje de sus propios relatos. Con el cuerpo todavía vigoroso, ojos celestes, un aire de gentileza, hablaba de su vida con distancia, como si estuviera leyendo la aventura de un cuento escrito por otros. (L’UNITA’.9/8/2002).
Encontré el siguiente escrito anónimo en el archivo del escritor: “Lo escuche decir: “Es posible que este país sea capaz de tantos crímenes y tan velados, con tramas tan siniestras, y bajezas morales tan horrendas. Un país de traiciones es un país vulnerable. Basta observar la historia del mundo.” Aparte de estar 8 meses en India donde escribió El Guanaco Blanco y Crónicas de India, Coloane se mamó todo el período de la dictadura en Chile, se hizo presente en las protestas, dos huelgas de hambre, declaraciones arriesgadas, amenazas de muerte a él y a su esposa Eliana Rojas Sánchez, saqueos a su casa de Quintero. No se da por vencido y no es pesimista sobre Chile. Entre tanto “criminal y coimero”, como dice, ve la luz de su gente, la que hace cosas creativas”. A mí me decía siempre tener confianza en los jóvenes. Siempre dijo que “son los que al final salvan a las sociedades”.
Grinor Rojo, en su ensayo sobre El Último Grumete de “La Baquedano” dice: “La patria de Francisco Coloane es sólida, “de triple fondo”, “no se hunde sino en pedazos”, pero es menester renovarla cada cierto tiempo, pero en el entendido de que ello es algo que se hace sólo para que esa patria continúe siendo la que es”. (Revista: Chile) no.12 (dic. 2009).
Coloane seguirá a contra corriente, desafiando al arquetipo.