WD 40
Revista de poesía, ensayo y crítica
Comité editor
Ismael Gavilán muñoz, Felipe González Alfonso y Sergio Pizarro Roberts
Contacto: wdecuarenta@gmail.com
Año 2020. Una revista de poesía en el contexto de una convulsión social y, Wademás, en el apogeo de una pandemia que azota al mundo ¿No será una apuesta demasiado temeraria? Quizá. Pero la impulsa una certeza: la poesía también ocurre, también sucede. Y por eso WD40 apuesta a abrirle un nuevo derrotero, para contribuir a que la imaginación poética, así como la reflexión en torno a ella, continúe desplegándose con la misma intensidad de siempre; y esto, por nuestra parte, sin otra ambición que reunirnos alrededor de la hoguera y leernos con atención.
Sin duda, el espacio que nos ha tocado habitar –ese nodo real e imaginario de Valparaíso, Viña del Mar y Concón– ha sido pródigo en intentos similares de la más diversa índole. El mundo académico le ha dado cierta impronta al reflexionar sobre él, pero nuestra mirada desea ir más allá de la constatación de prácticas y usos: dialogar, recorrer, interpretar y crear. Por ello, WD40 quiere retomar y ampliar los esfuerzos de iniciativas anteriores, y tiene a la vista, por ejemplo, las revistas Libertad 250, Maniobra, Antítesis o Ærea; o suplementos culturales cargados de historia y significación, como lo fue Valija Cultural; e incluso referentes tan notables como El Espíritu del Valle. El pasado se hace presente aquí en un ejercicio que nos dice y nos marca a través de la creación poética, la traducción, la crítica y el ensayo: modos de leer y escribir, pero, sobre todo, modos de imaginarnos a nosotros mismos en tiempos de disolución. Como nunca antes, apostamos, pues, por una palabra poética que, plasmada en múltiples formas, se vuelve necesaria para reflexionar sobre el pasado y orientarnos en nuestra apetencia de futuro.
Con ánimo auspicioso, hemos visto cómo el quehacer poético ha aumentado sus centros de difusión en nuestro espacio cercano. A las clásicas librerías Crisis y la extinta Altazor, se han agregado temporalmente otras, como Metales Pesados, Concreto Azul y Qué Leo, trayendo sus respectivas actividades de lecturas y lanzamientos de libros. La Sebastiana es un indudable polo de irradiación poética desde hace ya veinte años y las nuevas editoriales, más o menos formales, han hecho posible la proliferación de múltiples entregas poéticas. Por otra parte, se han multiplicado las lecturas nocturnas en diversos puntos de la región, y las ferias independientes y ‘dependientes’ del libro han podido mantenerse no sin obstáculos, pero con afortunada regularidad.
Dicho lo anterior, WD40 se propone participar con entregas semestrales que den cuenta de este fértil escenario y ofrecer, combinadas, las colaboraciones de los distintos ámbitos del campo literario, sin la jerarquía propia de la publicación académica o la mera complicidad amistosa de otras propuestas menos formales. Aspiramos a lograr un trabajo colectivo centrado principalmente en la poesía, que consigne las más diversas opiniones de escritores, académicos, críticos, creadores y cultores literarios en un ambiente cordial, ceñido sin concesiones al trabajo crítico-reflexivo y a la calidad escritural. Es un desafío, a su vez, hacer convivir las obras consagradas y la novel escritura, sin exigirles una inscripción obligada al plano imaginario de Valparaíso, aunque también debamos tenerlo presente. Por eso el dossier temático de este número ofrece un conjunto de ensayos sobre “los imaginarios de un Valparaíso itinerante”, homenaje póstumo a cinco autores queridos e influyentes de la ciudad puerto.
En otras palabras, es desde el tránsito literario entre Valparaíso, Viña del Mar y Concón, que la revista WD40 aspira a reunir en diálogo colaboradores y creadores de todo el orbe; tanto regionales como nacionales e internacionales, y en este ánimo ofrece, por último, una sección de traducciones poéticas, con el fin de enriquecer aún más la propuesta acercando escrituras de otras lenguas y territorios lejanos. Y esto, si desplegamos el mejor de nuestros deseos, en la convivencia de una comunidad literaria que se querría lúdica y se imagina asombrándose –sin paraguas, por supuesto– bajo la misma lluvia de poemas.
Valparaíso, junio 2020