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LA LA LAND

– ¿Me gustan los musicales?
– No
– ¿Qué valoración hago de la película?
– La primera hora y cuarenta minutos de película te hipnotizan… los últimos quince minutos… te destrozan y a la vez te enamoran.

La la land, 2016, Damien Chazelle

Anibal Ricci

«Amor es mucho más que dos», reza el dicho popular y ese parece ser el punto de partida de este par de jóvenes que llega a Los Ángeles con la idea de convertir sus sueños en realidad. Mia, aspirante a actriz que trabaja como camarera y Sebastian, pianista de jazz que toca en cualquier lugar para ganarse la vida. Ambos son reunidos por el azar en la ciudad de los sueños. A ella no le gusta el jazz, pero él le enseña a apreciarlo. La pasión de Sebastian por la música contagia a Mia mientras se van conociendo, todo orquestado por una excelente banda sonora que marca los tiempos de ingeniosas escenas y coreografías muy bien filmadas. Sebastian persigue el sueño de instalar un club que reúna a los amantes del jazz, pero en el camino se incorpora a una banda de música pop para lograr estabilidad económica. Hay química entre los personajes (actores) que se besan luego de una visita al observatorio donde se filmó Rebelde Sin Causa (Nicholas Ray). En esa locación comienza la magia de la película, llevamos una hora de proyección, mientras los caminos de cada uno empiezan a bifurcarse, el de Sebastian hacia un éxito vacío y el de Mia hacia el fracaso. Mientras él ve que sus anhelos se esfuman, ella escribe un monólogo para interpretar. Las giras de la banda mantienen al músico recorriendo el país (viajes que lo mantienen varado) mientras la actriz permanece en Los Ángeles, representan las dos caras de un mismo espejo. Sebastian fue quien encendió la chispa en Mia, ella cree que ha fracasado, pero él vuelve a persuadirla de que alcance sus sueños. El guion parece simple, pero es profundo, el amor que los une hace que Mia crea en sí misma y se integre a una producción que la convertirá en estrella. En la audición (ha transcurrido hora y media) el espectador termina por sucumbir al embrujo de este musical. El corazón de la historia es un amor generoso, uno que terminará de alejar a su amada. Le regaló alas, aunque ese vuelo la llevara por caminos muy distintos al suyo. Ella triunfa en Europa y cinco años después Sebastian vuelve a tocar la pieza con que se conocieron. Las notas del piano suspenden el tiempo y surge la fantasía de unos últimos quince minutos de ensueño.

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