Presentación de la novela «Nadie muere de dolor», de Francisco Zañartu (Editorial Etnika)

Nadie Muere de Dolor

Susana García, joven comunista de Ñuñoa, huye de Chile en 1972 al enterarse que está embarazada. El padre de la creatura es James, un profesor norteamericano que ha venido a conocer la experiencia de este pequeño país que, en el sur del mundo, quiere construir el socialismo a través de elecciones.

Treinta y tantos años después, instada por su nana de la infancia (Flavia Mujica) vuelve a Chile trayendo una sensación de desprecio como único equipaje. Su hija, Amanda, se va a estudiar Geometría a París y su única relación son escasos e mail. Su trato con Norteamérica es a través de un ex policía que le proporciona coca.

En Chile, su madre, está con Alzheimer y su padre – el único hombre que la ha querido- ha muerto. Ella recorre Santiago y observa los olores y colores de una ciudad que desconoce. Cuando llega se encuentra con algunos de sus compañeros de colegio y con el repulsivo, profesor de Castellano, Jaime Barro. Huye y encuentra a la muerte, de una manera post-moderna, muy chilena.

El lunes siguiente el periodista Marcelo Gregorio Siles Madrid, un sesentón descreído, que trabaja en El Imparcial, un diario de poca importancia, es enviado investigar el caso.

Biografía de Francisco Zañartu, narrada por él mismo. 

Viernes 14 de Octubre de 1955.

Todo ocurre como ha de ocurrir.

En el bar “Las Tejas” de calle Nataniel los borrachos escuchan a Pedro Infante y van a dormir a un pasaje ubicado a dos cuadras, donde la policía no nota su presencia. Las religiosas de la escuela colindante, piden a Nuestro Señor Jesucristo que las aleje de los pecadores y rezan 3 Padre Nuestro y 1 Ave María por el alma de los curaditos. En el 243G de ese pasaje, nace el 5to hijo de la familia formada por Joaquín y Sylvia, chilenos de clase media, buenas personas y muy católicos.

El nombre es decidido con antelación: si es niña se llamará Emma –igual que su abuela materna – si es varoncito le pondremos Francisco Javier – nombre sin referencias familiares.

Pasan los años y, luego de un largo periplo educacional que incluye varios colegios y universidades, – el ex recién nacido – ya viviendo en Ñuñoa, estudia Literatura en la Universidad de Chile. Cabe señalar que sus estudios literarios comienzan en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, en el ya mítico DEHACHE, donde forma, junto a otros desadaptados el Grupo Teniente Bello. Viene la contrareforma universitaria del 80 y es trasladado a la Faculta de Filosofía, humanidades y Educación – Campus La Reina – de donde egresa en 1983 y se recibe el 2005. La verdad no es que la carrera sea tan larga, sin embargo, el proceso ha sido lento, por diversas razones que no es del caso mencionar. Durante esos años trabaja como guionista en diversos programas de Televisión y documentales que le permiten autosustentarse, casarse, separarse, educar a su hijo y viajar eventualmente fuera de Chile. En uno de estos viajes, gana la beca para estudiar en San Antonio de los baños (Cuba) en el taller de Guiones dictado por Gabriel García Márquez. Sin duda el viaje más taquillero.

En los 90, ya transformado en un solitario que conoce mucha gente, asiste a talleres literarios con Margarita Niemeyer y Pía Barros y se dedica a la docencia (una forma elegante de decir profesor free Lance) lugar donde se le puede encontrar hoy día cuando con 61 años publica su primera novela “Nadie Muere de dolor”