[Ensayo] «Pensamiento delirante»: Corazones heridos en aproximación
La nueva entrega del inclasificable autor chileno Aníbal Ricci corresponde a un libro emotivo, en el cual el escritor santiaguino y la mujer con quien mantiene actualmente una prometedora relación amorosa se desnudan sin rubor, al expresar la ambivalencia de su controvertido sentir.
Por Jordi Mat Amorós i Navarro
Publicado el 29.11.2023
«La verdad es que temo que alguien me maltrate».
Aníbal Ricci
Conozco a Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) desde hace dos años cuando coincidimos analizando la misma película para este diario. Se trataba de Nunca, rara vez, a veces un notable drama de la realizadora Eliza Hittman protagonizado por dos chicas adolescentes en torno al machismo y la violencia de género.
Nos puso en contacto Enrique Morales Lastra, el alma de Cine y Literatura. Y debatimos entonces sobre nuestros puntos de vista al respecto de la ficción audiovisual tanto en lo que se refiere a lo cinematográfico como especialmente a sus implicaciones en nuestra sociedad global más allá de la muy conservadora comunidad estadounidense retratada.
Desde ese momento son numerosas las conversaciones telefónicas transatlánticas en torno a nuestra pasión común por el cine y en general sobre todo tipo de temas. Personalmente descubrí en él a un hombre con mayúsculas cuya obra literaria conmueve por su valía artística y especialmente por su descarnada autenticidad.
Por ello quise dedicarle un ensayo que publicó Cine y Literatura analizando dos de sus libros más emblemáticos: Miedo y Voces en mi cabeza.
Aníbal Ricci se encuentra ahora en un buen momento personal del que no es ajena su compañera sentimental que coprotagoniza este amor delirante. Prueba de ello es el volumen Pensamiento delirante aquí destacado.
Al desnudo sin rubor
«Es una lástima… hay tantos amores que hubieran funcionado si se hubieran tocado las teclas correctas», comenta ella sobre sus relaciones anteriores.
«Cuando nos conocimos, tuve la impresión de que tenías muchas ganas de estar conmigo, sentí que me viste como una pequeña luz en tus días oscuros», anota ella sobre Aníbal.
«Nunca debimos casarnos, nos amábamos mejor sin argolla. Me gustan las ceremonias sentidas, no los ritos de pasos sociales», reflexiona Aníbal sobre una relación anterior.
«Me da un miedo enorme no ser el adecuado, inseguridades hasta sexuales (…), de no amarte lo suficiente, pero a la vez te siento cerca y esa inseguridad desaparece cuando veo tus ojos o cuando beso tus labios», dice Aníbal sobre ella.
Pensamiento delirante es un emotivo libro en el cual el escritor santiaguino y la mujer con quien mantiene actualmente una prometedora relación amorosa se desnudan sin rubor. En sus palabras se expresa la ambivalencia de su sentir.
Y es que ambos han experimentado en propia piel la amargura del desamor y el abandono del ser querido. Los dos tienen el corazón herido y no quieren ser lastimados de nuevo; y en humanidad que les honra —emanada del amor con mayúsculas que ellos encarnan individualmente— no quieren lastimar al otro.
El autor es consciente de sus sombras que nunca ha escondido; todo lo contrario, en su notable obra literaria se muestra sin tapujos como un hombre a menudo atormentado por delirios fruto de su diagnosticada esquizofrenia.
Aníbal es un ser humano que vive en continua búsqueda de salidas a su dura realidad. Salidas que a veces son falsas y en las que se deja llevar por la fácil evasión y que desencadenan en un recurrente hundimiento al pozo negro de sus miedos, salidas estas que no obstante son aviso —él lo sabe más que nadie— de su imperiosa necesidad interior de transmutación.
En este sentido su obra literaria ha sido y es —a mi entender como amigo— el mejor instrumento para verse en el laberinto mental y emocional con el que convive desde hace muchos años. Para verse en desnudez, para cuestionarse sin culpa —no siempre es fácil liberarse de ella, lo sabe, lo sabemos todos los que como él buceamos en nuestro interior— y para levantarse de nuevo un poco o un mucho más consciente de sí mismo.
Todo ese arduo trabajo con la voluntad de erigirse en el gran hombre que se esconde tras las rejas de su atormentada mente.
En efecto, no ha sido fácil el camino de vida de Aníbal, una dificultad extrema que pone en evidencia la grandeza interior comentada; de no ser así probablemente hace tiempo que aquellos que lo conocemos nos veríamos privados de su agradable compañía y consejo, resultando todos huérfanos de su arte literario.
Pero afortunadamente Aníbal sigue aquí presente, sigue deleitándonos con sus críticas audiovisuales y asimismo con sus cautivadores libros que entiendo imprescindibles para todo aquel lector que desee ahondar en la naturaleza humana.
Jordi Mat Amorós i Navarro es un pedagogo terapeuta titulado en la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.