A diez años de la partida del poeta Aristóteles España.
Tercera parte y final.
En dos ediciones anteriores, nos hemos referido a nuestro amigo, el destacado poeta y escritor Aristóteles España (1955-2011). Nacido en la ciudad de Castro, en Chiloé, en plena adolescencia llegó a vivir a Magallanes, al Barrio 18 de Septiembre en la ciudad de Punta Arenas.
Nuestra región aún disfrutaba de los coletazos que suponía los beneficios de la ley de Puerto Libre, que pese a sucesivos recortes, todavía entregaba importantes divisas a la economía de la provincia. Eran los tiempos de la Reforma Agraria, la puesta en marcha de la Corporación de Magallanes (Cormag), de la instalación oficial del Canal de Televisión Nacional, del primer Festival Folclórico de la Patagonia y de la inauguración del mítico edificio de la Universidad Técnica del Estado, en su sede de calle Angamos y Zenteno.
Esta es la época que abrazó a Aristóteles España a su llegada al austro. En mayo de 1970 encontramos sus primeras actividades literarias en el Instituto Superior de Comercio (Insuco), en compañía de quienes serían sus amigos para toda la vida: Roberto Ojeda y Mario Oyarzún. Este último, fallecido por decisión propia en el verano de 1982, despertó en Aristóteles España el recuerdo permanente de la utopía que imaginaron en el período 1970-73 y de los terribles años que experimentaron después. La sensación de abandono, de ausencia y de vacío, que motivó el suicidio del joven artista Mario Oyarzún, estuvo en cada paso que daba nuestro biografiado. En contraste, Roberto Ojeda fue el compañero que en distintos momentos, incluido el terrible final en Valparaíso, en julio de 2011, cuidó de un maltrecho Aristóteles España.
Dijimos que el poeta oriundo del archipiélago chilote, era un escritor y activista que hizo de las letras y de la palabra, su verdadera espada y arma de lucha. En cada uno de los rincones de Chile y de todos los países que visitó, conocieron el discurso rupturista de Aristóteles España a través de su poesía punzante y rebelde o de su crítica política y social, que hilvanaba en cada uno de sus escritos.
Aunque se conocen trabajos firmados por el autor, los cuales se encuentran diseminados en diversos medios escritos y digitales, libros a medio concluir, algunas narraciones producidas en la juventud y una novela póstuma, reconocemos las siguientes publicaciones de nuestro bardo:
“La guitarra de mis sueños” (1976); “Equilibrios e Incomunicaciones” (1977); Incendio en el silencio” (1978); “Dawson” (1985); “Contra la corriente y otros poemas” (1989); el libro de testimonios, “El sur en la memoria” (1992); la Antología de poetas jóvenes chilenos, “Poesía chilena, la generación N.N.” (1993); la Antología de poetas de la Patagonia, “Fuera de la fiesta” (1993); la Antología preparada por el taller literario de la Universidad de Magallanes, “Antena parabólica” (1994); “Los pájaros de post-guerra” (1995); “Tardes extranjeras” (1998); “Materia de eliminación” (1998); “la entera noche llena” (2005); “La facultad poética del mundo interior” (2010); y “Mariposa uruguaya” (2010).
Archivo y Centro Cultural.
Como sabemos, familiares del escritor, antiguos dirigentes del Partido Socialista de Magallanes, la Municipalidad de Punta Arenas y la Sociedad de Escritores de Chile filial Magallanes, intercedieron para que los restos de Aristóteles España fueran velados en Punta Arenas. Desde ese mismo instante, se comenzó a elucubrar sobre la necesidad de crear el Archivo y Centro de Documentación “Aristóteles España”.
A una década de la desaparición del vate, urge recuperar, reunir, clasificar y cuantificar el material escrito producido por el autor. Como primer paso, se requiere necesariamente, digitalizar toda la obra y en esto, hay que dimensionar que la literatura de Aristóteles España comprende casi todos los géneros: poesía, narrativa, dramaturgia, ensayo, antologías, prólogos, cartas, pensamientos.
Recordemos que fue un escritor leído y reconocido por la crítica literaria especializada, tanto en Chile como en el extranjero. A los numerosos galardones recibidos por su libro “Dawson”, que incluyó un Premio latinoamericano Rubén Darío, otorgado por el Ministerio de Cultura de Nicaragua en 1985; el Gabriela Mistral de Santiago en 1983 y el Premio Alerce de Poesía del Consejo Nacional del Libro y la Lectura y la Sociedad de Escritores de Chile en 1998, debemos agregar, el Premio de Poesía de la Municipalidad de San Felipe, también en 1998; los Juegos Literarios Gabriela Mistral, de la Municipalidad de Vicuña y el Premio de Literatura Erasmo Bernales de la Municipalidad de Chañaral, ambos en 2005.
Puntualizamos que la poesía de Aristóteles España fue traducida al inglés, francés, alemán, portugués, italiano y sueco. Su libro “Materia de eliminación” fue reeditado en 2002. Respecto de “Equilibrios e Incomunicaciones”, es prioritario hacer algunos alcances. Desde 1977 a 1983 se realizaron cinco ediciones del mimeógrafo. Cada una de ellas incorporó algún comentario o ilustración adicional que revela una nueva edición del texto original.
Ahora bien. Muchos críticos literarios y amigos personales del autor consideran que “Dawson” corresponde a la sexta reimpresión de “Equilibrios”, o la primera efectuada en formato de libro tradicional, registrada con número de propiedad intelectual y aceptada legalmente. La primera edición de “Dawson” fue hecha por el sello Bruguera en 1985. Luego vinieron dos ediciones más. En marzo de 1994, la Editorial Atelí de Punta Arenas, realizó una nueva edición de este libro, a cargo del periodista Carlos Vega Delgado, en donde se incorporaron fotografías periodísticas tomadas por profesionales de las revistas “Vea”, “Ercilla” y del diario “La Prensa Austral”, que visitaron el presidio en 1973 autorizados por el Mando Naval de la época. Vega Delgado agrega en la portada el rótulo: 7º edición. Finalmente, en 2003, Ediciones La Pata de Liebre produjo una nueva reimpresión del texto que suma documentos y otros escritos a la poesía de Aristóteles España.
Nosotros pensamos que “Equilibrios e Incomunicaciones” y “Dawson”, son dos textos distintos. Independiente de las reimpresiones, de los prólogos y de los comentarios literarios, “Dawson” contiene veintidós poemas. Sabemos que la primera edición de “Equilibrios” alberga textos que no hallamos en ninguna de las ediciones de “Dawson”.
El Archivo debiera incorporar además, los artículos y notas que otros autores escribieron sobre “Dawson”, como asimismo, un cuento de Gonzalo Drago, un poema de Héctor Lagos y el guión cinematográfico de Alejandra Beldeveressi y Roberto Gómez.
Señalemos que en el Barrio 18 de Septiembre se levanta un gran Centro Cultural Comunitario que vendrá a remplazar a la antigua biblioteca Nº114 ubicada en calle Cancha Rayada 0346, en población Manuel Rodríguez. En este lugar, en mil metros cuadrados de construcción, surgirá un edificio de tres niveles, que cobijará a la biblioteca, el archivo y museo fotográfico del Barrio. Creado con el propósito de descentralizar las actividades culturales en el sector sur poniente de la ciudad, vecinos y unidades culturales han elevado la propuesta de bautizar a este recinto con el nombre de Aristóteles España.
Juicio literario.
Mucho se ha escrito sobre el vate. Los más trascendentes autores chilenos reconocieron la calidad de su propuesta estética y literaria. El Premio Nacional de Literatura de 2004, Armando Uribe redactó un elogioso prólogo inserto en el texto “La entera noche llena”, denominado “Palabras iniciales”, en que afirma:
“Hay que tomar en cuenta que los poetas mayores chilenos, de buena parte del siglo comenzaron a escribir y muchas veces publicar libros en verso regular; por su parte, Gabriela Mistral escribió en métrica, introduciendo en ocasión algunas irregularidades sabias. Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Pablo de Rokha, Nicanor Parra y otros, se iniciaron con versos regulares, y más tarde sus versos libros contenían de varias maneras líneas del todo regulares. Esto parece cocinería literaria pero es la materia prima de la poesía: palabras cargadas de fuerza, emoción y sentido hasta el extremo posible (decía más o menos Ezra Pound en la segunda década del siglo XX); la exagerada oratoria de quien esto escribe llegó a pontificar, y también hasta el extremo imposible, queriendo decir que a veces la energía, el entusiasmo y el inconsciente pueden justificar notorios errores y torpezas verbales, barbaridades poéticas que, por crear poesía aceptan lo que no cuadra, lo extravagante, burdo y estúpido, experiencias que en nuestras vidas todos tenemos, los poetícolas. “La entera noche llena”, de Aristóteles España es un libro notable, original y saliente en ésta que me atrevo a llamar: escuela chilena de poesía en castellano”.
Nosotros creemos imprescindible hacer un apartado de las composiciones de Aristóteles España vinculadas únicamente con Magallanes como por ejemplo:
Bahía de Puerto Natales
Con las piedras colgadas del cuello
de un cisne
y un mar que tiene lenguas de ana,
hugo, Roberto,
coco, Katty, angélica,
todo el mar en la noche es un
gigantesco
cine donde asoman imágenes de
piratas
y noches en vela de nuestros
antepasados,
lunas que alguna vez tuvieron hijos
en la bahía
y caballos patagónicos con olor a
nieve;
el ruido del mar
con sus pequeños ángeles que traen
a la bahía
el suicidio y la moneda,
pero que hoy, siglos después,
contemplan el paso de
botes que van a los canales,
con conejos que son exportados a
Europa
después de muertos,
y la música de la bahía
similar al jazz, a medianoche;
con sus símbolos que tragan
estrellas y el ruido a sables
y mujeres embarazadas,
ruido a hijos que nunca van a nacer,
a tierras que se queman a la
distancia,
al sabor del mar, con milcao y
mundo,
seno y pejerrey.
De “Dawson” extraemos:
Momentos
La vida en Isla Dawson es gris,
como el ruido de las metralletas
o el tic tac tic tac tic tac
de la muerte
que se escucha violentamente
en el Recinto.
Un sonido infernal
que penetra en el alma,
como un gas venenoso lleno de burbujas
que salen de las fauces del Tirano.
El cronista olvidado.
Un acápite que no se ha mencionado en absoluto, es la tremenda calidad de Aristóteles España como narrador, lo que se manifiesta en decenas de crónicas vertidas en diversos diarios nacionales.
En la previa del Segundo Encuentro Nacional de Escritores de Magallanes, evento realizado en Punta Arenas, a fines de octubre de 1982, publicó en “La Prensa Austral”, un emocionante retrato de su amigo Mario Oyarzún Oyarzo. Luego de relatar pormenores de su personalidad y algunos aspectos biográficos que apuntaban a la depresión endógena que sin saber acompañaba a su amigo, describe lo siguiente:
“Y todo esto mientras cursaba la enseñanza media en el ahora Liceo Comercial y sus profesores querían verlo transformado en Contador o Agente Comercial. La poesía no te conducirá a nada, le dijeron una vez. Y a lo mejor tenían razón. Teófilo Cid, decía que el poeta será siempre un ser marginal, especialista en túneles secretos, rebelde por sobre todas las cosas”.
“La niñez y la muerte son los territorios en los que viven y reviven las obsesiones del poeta. Y la muerte es tal vez una forma de regresar. Esos eternos regresos de los que nos hablaba Mario en sus poemas”.
En su blog “Dawson 2000” encontramos una maravillosa descripción de un bar puntarenense que hemos mencionado en otras crónicas. En los años 70 y 80 del siglo pasado fue lugar habitual de los escritores. Aristóteles España lo reencontró con nuevo dueño y en otra dirección. Se vivían los primeros años de la década del noventa:
“En Punta Arenas, en calle Chiloé, entre Errázuriz y Balmaceda, existe un bar mítico al que concurren pescadores, profesores jubilados, militares en retiro, prostitutas, escritores, pintores, ex dirigentes sindicales. Se llama “Bar Río Seco” en alusión a una pequeña localidad ubicada a diez kilómetros de la ciudad, por el lado norte”.
“Al bar lo habíamos bautizado como La Fábrica de Curados, porque ningún parroquiano salía de allí caminando normalmente, incluyendo a los artistas. Se bebía Vino de la Casa, en grandes jarrones, y el humo de los cigarrillos y los gritos de los asistentes le daban una atmósfera fantasmagórica, irreal”.
“Un invierno lleno de nieve y frío, quedamos tan ebrios todos los asistentes, que el dueño nos iba subiendo a los taxis y autos de amigos, y fuimos a rematar la jornada donde “La María Teresa”, el prostíbulo más célebre de la ciudad, ubicado cerca del Estrecho de Magallanes. Bailamos, escribimos textos noctámbulos que poco a poco los autores han ido publicando. Cantos de amor y locura”.
“A la semana siguiente, al regresar al “Río Seco”, el propietario nos tenía guardados los libros y escritos que habíamos extraviado para siempre. Se los guardo-dijo-sé lo valioso que son para ustedes estos libros”.
“El Corchito solía pedir cigarros a todos los parroquianos; El Cara de Guagua recordaba sus viejos tiempos como boxeador y sus jornadas de gloria en el Gimnasio de la Confederación Deportiva de Magallanes; El Pato Maldito, comentaba que había bebido un vaso de vino tinto con Pablo Neruda en la Sociedad de Empleados en la década del 60; La Gloria Super Pollo, una adolescente drogadicta, andaba buscando un hombre para convivir y que me saque de esta mierda, decía”.
“La Mesa de los Escritores, como decía el dueño de casa se llenaba, entonces, de fantasmas, de futuros escritos, bautizábamos los libros nuevos rociándolos con alcohol y escribíamos allí dedicatorias, sueños de toda una generación de autores de la Patagonia que hoy publican, obtienen premios, y viajan de sur a norte de Chile”.
No pasó inadvertida la muerte de Francisco Coloane. Chilote de nacimiento, al igual que Aristóteles España, recorrió Chile y el mundo con su prosa. Nuestro poeta le dedica el siguiente homenaje:
“Don Pancho, enorme de estatura física y moral fue un ejemplo para los jóvenes escritores de varias generaciones de autores chilenos y latinoamericanos. Odiaba las clasificaciones, aun así, los críticos lo situaban entre los narradores del 38, preocupados por las tormentas de todo tipo, de las sociales y de las turbulencias del tiempo, sobre todo del sur, su Chiloé y Magallanes que hoy lo lloran en silencio, en las pequeñas escuelas y barrios de Punta Arenas, Castro, Quemchi, Dalcahue, Tierra del Fuego, Puerto Natales”.
“La crítica europea lo ha comparado con el autor de Moby Dick, con Julio Verne y Conrad. Pero finalmente, según Claudia Donoso, en un artículo publicado en El Mercurio en 1997, lo dejaron en paz, diciendo contentémonos con encontrar en él a un escritor que no se parece a nadie y cuya obra tiene el sabor agrio y fuerte de los alcoholes clandestinos”.
“Será difícil olvidar su vozarrón de viejo cazador, de capador a dientes en las estancias magallánicas, con sus perros y caballos que deben estar aullando desde el cielo”.
“Releerlo es un ejercicio mental para quienes aspiran a escribir un buen cuento, una gran narración. Fabulador de tomo y lomo, hace vivir a sus personajes, sin caricaturas, como hombres de carne y hueso. Yo no he inventado nada, dijo, todo lo que escribí fue verdad, lo viví, lo sufrí, en los hielos y la nieve eterna que hoy se prepara para recibir sus cenizas que fueron cremadas en Santiago, solo en presencia de sus familiares. Volodia Teitelboim, Poli Délano, Patricio Manns tuvieron que interrumpir sus discursos en las aulas porteñas y santiaguinas, para decirle a este hombre maravilloso: Adiós hermano, descansa en paz”.